Grandísima tarde de fútbol ayer en Mestalla con una enorme victoria ante el todomarrullero Sevilla. Enorme por muchos motivos. Rival directo, tercer puesto, aviso a los perseguidores y, por supuesto...revancha de la Copa.

La tarde se presentaba inmejorable para llevarnos los tres puntos. Mestalla estaba lleno y la lluvia parecía que no nos iba a empañar el partido.

El aspecto era al más puro liga Argentina. Genial.

La alineación era la esperada aunque tal vez lo que más sorprendió fue la entrada de Joaquín en lugar del inspirado Pablo. Formamos con: César, Alexis, Albiol, Marchena, Miguel, Mata, Albelda, Baraja, Joaquín, Silva y Villa.
El Sevilla también sorprendió con "O Fabuloso", Luis Fabiano, en el banquillo.
Palop, F. Navarro, Escudé, Squillaci, Adriano, Perotti, Romaric, Duscher, Navas, Renato y Kanouté fue el once de Jiménez en Mestalla.

Y es que parecía claro que el Sevilla quería hacerse con el medio campo. Algo que quedó confirmado en el arranque del partido.
Nuestro Valencia no terminaba de asentarse en el campo y el Sevilla apretaba mucho. Un corner tras otro nos estaban encerrando hasta que, algo que se veía venir en esos instantes, se produjo. Mazazo y jarro de agua fría para la afición. Minuto 9, corner botado a la izquierda de César y Escudé cabecea a la red por toda la escuadra. Ni César ni Miguel, que cubría ese palo, pudieron hacer nada. 0-1

La incertidumbre llego a las gradas y al juego del Valencia que no terminaba de cuajar. Adriano era un fortín y nos estaba amargando la vida en nuestras "escasas" apariciones.
Con el paso de los minutos el Sevilla pudo sentenciar en dos jugadas. La primera en un balón largo a Kanouté que, gracias a la presión de Marchena, no pudo rematar a la red. La segunda, un paradón de César en un tiro desde dentro casi a placer.

El Valencia quería buscar alguna contra pero el Sevilla no se dejaba sorprender.

Fue en ese momento cuando un exceso de celo de Adriano le mandó a la grada por roja directa. Se perfilaba la contra del Valencia y Villa fue por los aires. A la calle.
Adriano se había acabado y esto pintaba bien para el Valencia. Mosquera entro por Perotti. Gran noticias para Juan Mata.
Y fue este último el que, entrando trastabillado al área entre varios regates, provocó el penalti de Squillaci en el tiempo de descuento. Villa marcó (8 de 8 desde los 11 metros) y las gradas estallaron por primera vez en la tarde de ayer. 1-1 y al descanso.

La segunda parte comenzó con dominio del Valencia pero sin encerrar al rival. Insistíamos en salir rápido, en exceso en ocasiones, algo que nos hacia perder rápidamente el balón. Además, la marrullería del Sevilla en sus continuas pérdidas de tiempo propiciaban un paso veloz de los minutos. Por su parte, Kanouté era un portento e impartía cátedra una y otra vez de como se protege un balón.

En el otro bando, Joaquín pedía a gritos el cambio. Algo que el Mister no vio demasiado tarde.
Pablo Hernández salió al campo y el Valencia recuperó la banda derecha.
En estos momentos el dominio era mayor y Palop comenzó a lucirse.

Una salida rápida por banda derecha con Silva, que campaba entre líneas, puso un balón interior de dibujos animados que Villa mando al palo.
El 2-1 estaba cerca pero el Sevilla no estaba muerto.

Con el paso de la segunda parte, David Villa acusaba la carga de trabajo y tuvo que ser ayudado por Renato con una rampa.
Fue poco después cuando Unai Emery visualizó el cambio doble. Salieron Albelda y Villa y entraron Vicente y Morientes.
El canterano pasó al lateral izquierdo mientras que Alexis formó pareja con Albiol. Marchena ocupó el espacio de Albelda y el "moro" la plaza de Villa.

En pleno asedio se pidieron unas manos dentro del área del Sevilla, pero fue poco después cuando González Vázquez, que realizó un buen arbitraje, señaló la segunda pena máxima. Un balón colgado que Fernando Navarro palmeó recordando a Nacho Rodilla.

Mata tomó la responsabilidad y la enchufó dentro. Casi me caigo grada abajo en la celebración. Impresionante. El Sevilla recibía su premio a la especulación. Minuto 83 y 2-1.


Jiménez, que ya había introducido al "teatrillos" Capel sin mucho éxito minutos antes, dio paso a Luis Fabiano que hasta el final del partido solo pudo ganarse una tarjeta que pudo ser roja por una fuerte entrada.

Las contras ya se sucedían una y otra vez con Miguel-Pablo por un lado y Vicente-Mata por el otro. Pero fue Morientes con un taconcito a Vicente el que generó la ventaja en la salida. Este la puso a Pablo que, con algo de duda en la recepción, finalmente golpeó al fondo de las mallas. Ahora si, minuto 94 y 3-1. Las gradas se hundieron definitivamente. Palop recogió su tercer balón de dentro y el partido estaba acabado.
El Valencia, con una rabia contenida, quiso hacer alguno más pero no hubo tiempo.

Con el pitido final llegó la ovación mutua entre equipo y afición. Y ahora a por el Betis.

Amunt Valencia!!