Mucho se ha hablado de la situación económica del Valencia. Sobre todo desde diversos medios de comunicación que, practicamente, daban por hecho la ley concursal.

Pero ya sabemos que un club grande como el nuestro siempre esta expuesto a la envidia de terceros. Y aunque la situación no es la mejor, la sangre no va a llegar al rio.

El paso de los días y la aparición de Javier Gómez con su plan de viabilidad parecen haber despejado ya muchas dudas sobre el futuro de la entidad. Siempre y cuando los planes acaben llegando a buen puerto.

El prestamo de 50 millones (a devolver en dos años), la amplicación de capital por valor de 92 millones, la marca deportiva, el contrato televisivo y el abaratamiento del coste de la plantilla. Sin olvidarnos de la explotación del nuevo Mestalla y la futura venta de las parcelas del santuario.

Dicho esto, el sueño que me envuelve, como a muchos de vosotros, es el poder conservar a nuestros principales valuartes deportivos. Villa y Silva.

¿Y que necesitamos para cerrar este tumultuoso círculo de movimientos económicos y asi poder estar mas cerca de esta meta?

Pues entrar en la próxima edición de la Liga de Campeones.

Competición que aportaría líquido a las arcas así como prestigio y cartel para nuestro equipo. Elementos indispensables para la continuidad de las estrellas.

Ahora, después de ganar en el Molinón, estamos cuartos y el sueño es posible.

Que el Sevilla no nos despierte.

Amunt Valencia!!